9.6.10

Social

Socializar es la mierda. Y con esta cultural declaración arranco lo que va a venir a continuación.

Desde que tengo memoria (y tengo bastante) aquellos que me dieron vida en una baba de alcoba, se empecinaron en obligarme a interactuar con otros mocosos. De movida me caían como el orto y con temor a reprimendas, iba e interactuaba, comprobando lo cierta de mi primera impresión: eran unos pelotudos.
Agarrando el sorete con menos olor, pasé mis momentos lúdicos de la infancia con los que me resultaban menos pelotudos y que la mayoría calificaría de: retraídos, psicópatas, semi-autistas, hiperactivos, problemáticos, etc. Su faceta copada duraba hasta que se insertaban por fín, en el tan anhelado (secretamente) por ellos, grupo de pelotudos. Same old story.

Oh no! no os aventureis! yo no soy prejuiciosa, los odio a todos por igual.

Humor imbécil al margen, debo decir que con la gente mantengo una prudencial distancia: una por el carácter idiotesco que envuelve a la gran mayoría y otra por lo voluble de sus opiniones/declaraciones/posturas muy dependientes de a quién se cojan, C5N, el horóscopo, nivel etílico, etc.
Tengo que destacar que el factor garche es crucial: es increíble como el líquido vaginal o prostático puede influir en la forma de encarar lo que llaman "vida", sobre todo las mujeres cuya visión varía drásticamente según la cantidad y tipo de sémen que alberguen en sus estómagos. No, yo una mina misógina? incauto de vos. El chabón mutará de Jekyll a Hyde (ejemplo fácil) dependiendo del tufo cloacal a concha que se le haya cruzado en el momento.
Dicho esto, es prácticamente imposible mantener una conversación como dicen habitualmente "profunda" (?) o lo que mierda sea teniendo en cuenta que cualquier discurso se basa en un pico hormonal.

Resumiendo, manejo distancias saludables y traducido en lenguaje vulgo eso significa: prejuicio.

Existe todo un mundo que te empuja (como vieja en el colectivo), a las relaciones humanas y eso es lisamente un fastidio.
Un ritual por demás grotesco y aburrido. En el colegio te rompen las pelotas para que "hagás amigos", en un laburo tenés que "fortalecer las relaciones interpersonales" y para garchar directamente hay que calzarse la careta de Balá y "mostrar lo mejor de vos".
Moverte milimétricamente de los parámetros de la socialización implica que te tatúen una letra escarlata en medio de la jeta. Y eso, para muchos, es algo malo, muy malo.

El vulgo adora coleccionar "amigos" tanto como yo tangas usadas abajo de la cama.
Diversos especímenes ostentan su abultada agenda y compromisos sociales (tan loable como ostentar herpes genital), pero eso no es de sorprender teniendo en cuenta que en sus mentes soretes eso significa: vida social = especímen interesante.

Aquellos que buscan desesperadamente la compañía anodina de otros es porque sencillamente no toleran la suya.

Esta es la parte donde el imbécil emite un pensamiento al pedo y anticipándome yo digo: no fomento una actitud eremita, de hecho no fomento absolutamente nada, pues hacerlo sería vivir alejado de la realidad; simplemente no me involucro y como dije renglones arriba, mantengo una distancia prudencial, alerta. Un muro saludable a prueba de hedores.

Me he topado con mucha gente y la gran mayoría se vaporizó en mi cabeza. De los que quedaron anidados (motivos ignotos) un 90% representan una anécdota burlesca.
Acerca de aquellos que permanecieron "drásticamente" puedo resumirlos en: desesperación por ser aceptados, pseudo-traumas imbéciles...poco originales...aburridos, ansias de afecto (a veces usan otra palabra pero es lo que desean), inseguridad infantil, falsa y teatral "seguridad en sí mismos", pavoneos payasescos, sémen en el piso y una "triste" historia del pasado que nadie quiere escuchar.

Antes de que se presenten, ya los conozco. Gracias, pero no gracias. Oh, y agradezco no humildemente quienes se reservan el sermón...recitado desde los excrementos de su fracaso o impotencia.

Escuché frases hechas como "todos tiene algo para ofrecer" y bla bla bla ó "hay que conocerse" ,caca, caca, caca. Pero lo que entregan no son más que meras proyecciones de lo que desearían ser o la nostalgia fútil de lo que fueron hace tiempo.
He ganado muchas horas de aburrimiento, lo acepto, muchas...

Es todo un circo, con pompa y redoblante. Aparentemente atractivo. Sonrisas plásticas fingiendo entretenimiento...una expresión similar a quién se clava un tenedor en la ingle por debajo de la mesa. Pero como en todo circo los participantes "deben" cumplir una labor y la diversión momentánea es para quién observa, desde lejos....escalones más arriba.